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4.5
Quería construir una pequeña pérgola en el jardín de casa y para asegurar mejor los anclajes opté por hacer unas bases de hormigón. Empecé de forma manual las mezclas usando una gaveta pero en la faena, debido al esfuerzo a realizar, me dejaba los brazos. La adquisición de una hormigonera tipo "low cost" (las que venden en Bauhaus) no me seducía ni por precio (aunque barata, demasiado cara) ni por el posterior almacenaje una vez concluida la obra. Una vez descubierto este tipo de aparato (el mezclador), viendo algunas buenas opiniones publicadas, opté por su compra.¡Gran compra! De la única cosa que me arrepiento es no haberlo descubierto y comprado antes. Junto con un barreño de 50 L como recipiente, de los que venden en los bazares chinos y que cuestan 3€, el aparato funciona de maravilla, con fuerza, rapidez y eficacia, y encima es económico. Además, desmontado y guardado en su propia caja, cabe en cualquier sitio. En fin, 100% recomendable para quienes necesiten (y se atrevan) hacer remiendos o pequeñas reparaciones de albañilería. Por cierto, su uso es también aplicable a otras funciones de mezcla de productos (pinturas y esmaltes, yeso, masilla, etc).
